En la entrada de ayer os comentaba que estos últimos días estuve trabajando en las fotos de Laura Sanz.
Y por no variar, sucedió algo muy habitual en mí… Al ver algunas de las fotografías que le había procesado el año pasado, pues no me gustaron naaaaaaaaaaaaaaaada! Bueno, ese «naaaaaaaaaada» tal vez sea un poco exagerado, pero sí que he de admitir que a día de hoy no las hubiese procesado de esa forma.
No deja de ser curioso, porque es algo que me ocurre una y otra vez: siempre que veo una de mis fotos con la perspectiva del tiempo de por medio, le encuentro cosas que no terminan de convencerme y podrían ser mejorables especialmente en el aspecto del procesado. Supongo que para mí, al igual que me sucedía con la poesía, mi «obras» están permanentemente «vivas» y sujetas a modificaciones en el momento menos esperado.
No sé si será por evolución, el hecho de ir adquiriendo más conocimientos, el tratar de escapar del photoshop (y lograr unas tomas lo más reales posibles) o simplemente por perfeccionismo, el hecho es que siempre que veo una de mis fotos, encuentro cosas que cambiaría.
Como ejemplo, os dejo una foto que procesé para Laura el año pasado, y a la cual al verla el otro día sentí la necesidad de meterle mano de nuevo. Ya me diréis cual os gusta y si es «evolución», «(r)evolución» o solamente que nunca estoy conforme con nada…
BRICONSEJO: Huid de la saturación!!!!!
BRICONSEJO (II): Para verla a mayor tamaño os recomiendo hacer click en el botón derecho del ratón y «ver imagen».

Laura Sanz – Foto de Álex Pérez (2011)